martes, 24 de noviembre de 2009

Historia de la Paralingüística.



La paralingüística es un préstamo terminológico que parece cada vez más adecuado conforme pasamos del estudio de los subsistemas comunicativos lingüísticos y kinésicos al análisis del sistema comunicativo. Hasta el momento, dado el tiempo y el trabajo que conlleva, sólo se ha estudiado exhaustivamente un número limitado de secuencias interactivas de larga duración. No obstante, tales comportamientos orales y corporales parecen ser tan íntimamente y sistemáticamente dependientes que sólo pueden distinguirse desde una perspectiva heurística.” (1979:96).A mediados del siglo XX es cuando este término se empieza a estudiar seriamente.

Podemos decir que el primer autor que define la paralingüistica es Hill, el cual la señala como “una parte de la actividad comunicativa que se encuentra fuera del área de la microlingüística” (1958:XXI.408).

Otro autor que en esta misma época se refiere al paralenguaje es Trager, quien lo define como “el conjunto de vocalizaciones y de cualidades de la voz”.

Un año más tarde, Smith afirmaría que “el habla no tiene lugar en un vacío, sino que se rodea de movimientos corporales y de vocalizaciones”.

A partir de entonces numerosas disciplinas científicas se han interesado por este fenómeno. La psicolingüística fue la primera disciplina que empezó a darse cuenta de que el paralenguaje formaba parte de la comunicación, tanto en el desarrollo individual como en la interacción interpersonal. Así, en los años 60, se empezó a hablar de competencia y actuación paralingüística de los individuos.

Debemos hacer también mención a Birdwhistell, precursor de los estudios de comunicación no verbal, ya que fue el primero que, en los años 70, ofreció un sistema de notación para interpretar los gestos. Se centró más en el estudio de la kinésica, que en el del paralenguaje. Y no incluía sólo los elementos vocales, sino que para él la kinésica y el paralenguaje conformaban un ente unívoco e inseparable.

Desde los años 80 hasta la actualidad, encontramos diversos estudios que tratan del fenómeno paralingüístico. Podemos hacer una división entre los autores que incluyen en el paralenguaje sólo los rasgos prosódicos, que no afectan al significado de la frase, pero que revelan factores extralingüísticos, por lo tanto serían vocales/no verbales. Entre estos autores destacaríamos a Crystal y a Argyle.
Y por otro lado, a aquellos para los que todos aquellos sonidos que no se ajusten a la estructura fonética de la lengua entrarían en el paralenguaje. Entre estos autores destacamos a Poyatos y a Austin.

La primera perspectiva es más reducida, y de ella se excluirían por ejemplo las interjecciones y las onomatopeyas, y la segunda sería mucho más amplia, y abarcaría todos los elementos vocales que se encuentran fuera del lenguaje.



a) Principales Autores.


Argyle.

Para entender un pasaje literario, tenemos que recurrir necesariamente al paralenguaje y a la comunicación no verbal (que no es lo mismo que la Lengua de Signos). La literatura hace siempre uso de este fenómeno, que llega a ser imprescindible, ya que es el que transmite al lector los efectos y situaciones que aparecen un fragmento de ficción.

Y debemos considerar que ocurre lo mismo en la vida real, en lo cotidiano, en nuestra comunicación diaria: el cómo se dice es prioritario a lo que se dice (Argyle 1978:110). Si elimináramos todos estos parámetros paralingüísticos ¿qué nos quedaría? Pues el mensaje quedaría vacío de sentido y su contenido resultaría invariable ante cualquier tipo de alteración desde el punto de vista paralingüístico.



Poyatos.

La comunicación no verbal (CNV) es, junto a la comunicación verbal (CV), lo que constituye la COMUNICACIÓN. Según Poyatos (2002), la comunicación tiene una estructura audio-visual triple básica que constituye:

* lo que decimos (lenguaje o dimensión lingüística);
*cómo lo decimos (paralenguaje o dimensión paralingüística);
*cómo lo movemos (kinésica o dimensión kinésica).

El precedente de esta “estructura triple básica” fue Smith (1953) .Situation, adelantó ya que el sistema comunicativo incluía el lenguaje, la kinésica y las vocalizaciones. Para Poyatos, y para muchos otros investigadores de la comunicación no verbal, nos comunicamos haciendo uso de los canales lingüísticos, paralingüísticos y kinésicos.



Mehrabian.

Según Mehrabian (1972), comunicamos el 7% mediante el canal verbal, el 38% mediante el canal paralingüístico (elementos acústicos no verbales) y el 55% mediante la kinésica (elementos visuales corporales). Estos datos no tienen que tomarse como algo categórico, puesto que depende la expresividad de la persona que se está comunicando. En cualquier caso, la importancia de la Comunicación no Verbal es universalmente reconocida y conocida por todos nosotros de manera inconsciente.

Por ejemplo: si preguntamos a un familiar nuestro "¿Qué tal te ha ido el día?" y nos responde "Bien", seguramente detectaremos su verdadero estado, por ejemplo por su tono de voz, y tal vez pensemos "Creo que realmente no ha sido tan bueno, parece cansado".



Birdwhistell.


Tenemos que destacar que Birdwhistell pensaba que “la paraquinésica y la paralingüística debían ser comprendidas como un único sistema: el Paralenguaje”. Birdwhistell considera que el término “paralingüística” engloba todos los elementos del sistema comunicativo. Él considera que lenguaje, paralenguaje y kinésica deben ser estudiados desde una perspectiva heurística, como un todo en el que están englobados todos los elementos. Esta concepción es aplicable a la lengua de signos, ya que el entendimiento de un mensaje, tanto oral como signado, depende de la integración de elementos lingüísticos, paralingüísticos y kinésicos.

Entre otras cosas, el fenómeno paralingüístico ha sido relegado a un plano secundario, porque se considera muy difícil separarlo del lenguaje y estudiarlo de forma sistemática y analítica. Así, el gran debate lingüístico actualmente sigue siendo: ¿cuáles son los límites del lenguaje y del paralenguaje? Y sigue siendo muy difícil contestar a esta pregunta, ya que la comunicación necesita de ambos elementos para llevarse a cabo. Ambos se complementan y ambos son necesarios para la efectiva comprensión de un mensaje.