miércoles, 25 de noviembre de 2009

martes, 24 de noviembre de 2009

INTRODUCCIÓN


Todas las personas sabemos que la comunicación es una parte importante de nuestras vidas, puesto que absolutamente tod@s necesitamos comunicarnos, ya sea a través de textos, de discursos o de la expresión corporal. Por tanto, la comunicación constituye una característica y una necesidad de las personas y de las sociedades. Sabemos que el objetivo de la comunicación es el de poder intercambiar informaciones y relacionarnos entre nosotr@s.

El lenguaje hablado constituye una parte fundamental de las interrelaciones humanas. En función de la situación a la que nos enfrentemos, adoptaremos una postura u otra, un discurso determinado y un tono de voz concreto. Es por tanto la herramienta de comunicación por excelencia de los seres humanos. Además del lenguaje hablado, otra de las grandes herramientas de la comunicación es el lenguaje escrito puesto que en él, reflejamos muchas de nuestras emociones, sentimientos...

Existen muchas formas de comunicarnos entre las que se encuentra la Paralingüística, que en este caso es la que nos atañe. El paralenguaje comprende no sólo las cualidades no verbales (como la voz, sus modificaciones, las emisiones independientes cuasi-léxicas, los silencios momentáneos...) si no que también la forma en cómo escribimos los que queremos decir.

Nosotras creemos que para analizar la Paralingüística, es fundamental comprender su situación dentro de la comunicación, por ello vamos a analizar brevemente la comunicación, para así, situar al lector y que pueda comprender el posterior análisis que vamos a realizar a la Paralingüística.

Definición de comunicación.


La comunicación se define como un proceso complejo en el que intervienen un emisor y un receptor, en un ambiente determinado (físico o virtual) a través del cual se logra la transmisión e intercambio de ideas e información. Para que la información se transmita adecuadamente, ambas partes deben utilizar códigos similares.

Los elementos que intervienen en la comunicación son el código, el canal, el contexto, el mensaje, el emisor, el receptor, los ruidos, los filtros y por último el feedback. Debemos aclarar que tanto el canal como el mensaje, pueden ser orales o escritos. Ambos actúan de soporte en la transmisión de la información.




La comunicación constituye una de las formas en que las personas interactúan entre si, estableciendo lazos; existen muchas formas; gestual, a través de los signos, verbal, etc.





Tipos de comunicación: verbal y no verbal.



En una situación comunicativa existen tres tipos de componentes conductuales: los verbales, los paraverbales (paralengüaje o paralingüística) y los no verbales. Todos ellos, constituyen los componentes conductuales de la comunicación y sus diferentes combinaciones generan las impresiones que causamos en los demás.

Nunca debemos olvidar que no se puede separar la comunicación verbal de la comunicación no verbal ni de la Paralingüística porque éstas últimas son las que nos permitirá completar el significado de lo que se dice. mpresiones que causamos en los demás.

a) Comunicación Verbal.

Cuando hablamos de comunicación verbal estamos refiriéndonos al lenguaje humano, es decir, la capacidad que tiene el ser humano para producir e interpretar las palabras de una determinada lengua.

La comunicación verbal puede realizarse de dos formas:

** La comunicación oral, a través de signos orales y palabras habladas.
** La comunicación escrita, por medio de la representación gráfica de signos.

b) Comunicación No Verbal.



Es aquella en la que no interviene para nada la palabra, resultando prácticamente inevitable su uso. Dicho esto de un modo más técnico, la comunicación no verbal es un sistema organizado con base de gestos o signos corporales, aprendidos o espontáneos, no orales.

Los seres humanos comunicamos nuestros pensamientos y sentimientos a través de las palabras, pero, en ocasiones, sin darnos cuenta, nuestros gestos, un tono de voz concreto, etc. entran en contradicción con lo que decimos. Se ha comprobado que entre un 50% y un 60% de la comunicación entre seres humanos se realiza por canales no verbales y que las personas se fían más en estos tipos de mensajes que el oral.

El lenguaje no verbal es en parte innato, en parte imitativo y en parte aprendido. Generalmente, distintas áreas del cuerpo tienden a trabajar unidas para enviar el mismo mensaje, aunque a veces es posible enviar mensajes contradictorios, como cuando alguien está contando una anécdota divertida pero la expresión de su cara es triste. Esto puede ser debido, por ejemplo, a que mientras habla está pensando en otra cosa, tal vez en lo siguiente que va a decir, y la expresión de su cara se corresponde con lo que está pensando y no con lo que está diciendo, de manera que deja perplejo a su interlocutor.

Muchos autores opinan que dentro de la comunicación no verbal se encuentra la KINESIA, LA PROXEMIA Y LA PARALINGÜÍSTICA, sin embargo, otros autores disciernen sobre la posibilidad de que la paralingüística se encuentre solamente en el ámbito de la comunicación no verbal. Dichos autores creen que la paralingüística se encuentra entre la comunicación no verbal y la verbal. Bajo nuestro punto de vista, nosotras creemos en esta última teoría y por ello más adelante vamos a analizar “el por qué la paralingüística se encuentra entre lo verbal y lo no verbal”.

Definición de Paralingüística.


El concepto de paralenguaje ha sido objeto de estudio de diversas disciplinas, y por ello encontramos una gran variedad de definiciones. Podemos encontrarnos definiciones que únicamente se refieren a las cualidades vocales cuando también existen elementos paralingüísticos en la comunicación escrita. Dicho esto, vamos a definir técnicamente qué es la paralingüística:

La paralingüística es parte del estudio de la comunicación humana que se interesa por los elementos que acompañan a la comunicación oral y a la comunicación escrita y que constituyen señales e indicios que transmiten información adicional, matizan, reafirman, aclaran o sugieren interpretaciones particulares de la información propiamente lingüística. Básicamente, el paralenguaje se podría definir como “aquello que está más allá de las palabras”.




Pero… ¿qué estudia la Paralingüística?



Para responder a esta pregunta hay dividir la Paralingüística en tres grandes grupos: la Paralingüística Oral, la Paralingüística Escrita y Otros Elementos Paralingüísticos.





PARALINGÜÍSTICA ORAL.



El comportamiento lingüístico está determinado por dos factores: el código y el contenido que se pretende comunicar. Sin embargo estos dos factores no constituyen la totalidad del comportamiento ni verbal ni comunicativo. Existen variaciones lingüísticas (por ejemplo: el idioma, el tipo de lenguaje simple o elaborado, la elección de los tiempos verbales, etc...), y existen, por otra lado, variaciones no lingüísticas como el ritmo, el tono y el volumen de la voz. Estos elementos permiten que el oyente comprenda con mayor facilidad lo que tú transmites, y por lo tanto, refuerzan el contenido de lo que comunicas por medio del lenguaje verbal. Al estudio de las variaciones no lingüísticas, entre otras cosas, se dedica la paralingüística.




Por lo tanto, podemos decir que la paralingüística oral se ocupa de los aspectos no semánticos del lenguaje, concediendo más importancia al cómo se dice frente al qué se dice. Por tanto, acompañan a las palabras haciendo la función de modificador o matizador, de la misma forma que realizan los adjetivos y los adverbios en la comunicación verbal.





PARALINGÜÍSTICA ESCRITA.



Cuando tenemos que comunicarnos, muchas veces utilizamos el soporte grafémico, esto es, nos comunicamos de forma escrita. Pero no debemos olvidar, que la paralingüística también puede ser escrita ya que cuando escribimos reflejamos, de una determinada forma, no sólo lo que queremos decir sino que también nuestras emociones, nuestros sentimientos ... en definitiva, lo que sentimos.





OTROS ELEMENTOS PARALINGÜÍSTICOS.



Estos elementos son: los signos fisiológicos o emocionales, los elementos cuasi-léxicos, la música y, por último, el color. Todos ellos, nos ayudan (en mayor o menor proporción) a complementar el significado de lo que se dice.